El horóscopo de Escorpio para el 30 de octubre

 

Amor

Puedes tener bastantes discusiones y dificultades con tus padres, con las mujeres en general y con tus relaciones más cercanas e íntimas, pudiendo haber intento de manipulación emocional por tu parte o la de ellos.

No caigas en esos juegos emocionales. Tienes que ser realista ahora y comprender los motivos ocultos, a menudo inconscientes, que pueden estar sucediéndote.

Si eres capaz de sacar afuera y comprender toda la basura psicológica, puede emerger una persona emocionalmente más sensata y con una capacidad de relacionarse de forma más eficiente.

Evita incurrir en el victimismo de nuestras relaciones emocionales infantiles y no trabajadas. Medita sobre estos aspectos desde la serenidad, Escorpio.

Dinero

Buscas una “mutación”. Ya no te identificas con tu pasado, o con la trayectoria que has venido recorriendo y ahora es tiempo de un cambio sustancial.

Lo que te ha estado impidiendo llevar a cabo ese cambio que tanto deseas no es otra cosa que el miedo a no ser perfecto/a. Desde siempre te han inculcado unos patrones y unos deseos muy específicos de lo que querían que fuera tu vida. Tus padres, tu entorno y la sociedad, en general.

¡Ya toca revelarse, Escorpio! Elije empezar una y otra vez nuevos caminos. Nuevas oportunidades. El azar dispone pero tú siempre vas a tener la última palabra.

Expande tus horizontes y atrévete a ser quien de verdad eres, probando todos los caminos hasta que finalmente des con el tuyo.

Salud

Todos los cambios que puedas hacer en tu casa son reflejo de los cambios que pugnan por salir de ti, para que los resuelvas. Una casa se puede reformar y mejorar; una personalidad, también.

Sentirás cierta fascinación por un alimento durante este tránsito planetario que involucra a Plutón con Venus y esto es en extremo peligroso… Tu personalidad, de por si adictiva, querrá cada vez más y más.

¿El problema? Que hasta la sustancia más inocua puede actuar como un potente veneno, si se administra en cantidades desmesuradas, Escorpio. ¡Regula tu gula!