Tauro: Tu horóscopo para el 10 de febrero

Amor
Con el clima astral presente dejarás que tu imaginación gane la guerra, y creas que son ciertas las suposiciones e inseguridades que merman tu autoestima.
Y de este modo, si tienes pareja, puedes comenzar a creer que tu cónyuge o pareja te está engañando, sin que tengas en tu mano ni una sola prueba sólida al respecto.
Que todo sucederá en tu cabeza, en resumidas cuentas, y que eso que ves en frente es un vaso de agua, no un maremoto que va a provocar que te ahogues.
Venus estará contra ti, y no te escaparás de su influjo ni siquiera aunque seas soltero, porque aunque acumules aventuras y diversión, tu corazón no estará allí.
Dinero
Tienes unos valores humanitarios que están muy vigentes, te preocupa mucho quienes tienes cerca, pero también aquellos que están más lejos y que ni siquiera conoces.
Por ello, estás en negociaciones para hacer algún tipo de actividad benéfica, pero deberías no dejarte seducir por intereses ocultos de organismos y empresas que presumen de ayudar a los más necesitados.
Así pues, en el caso de que vayas a colaborar como voluntario, analiza bien si tu trabajo ayudará directamente a quien no tiene, ¡no te dejes utilizar por entes que solo quieren colocarse una medalla o lavar su imagen!
Y en tal caso, dedica tus esfuerzos a trabajar directamente con quien lo necesita, sin ningún tipo de intermediarios.
Salud
La ansiedad te puede atacar fuerte durante este último día de la semana, Tauro, y puede suceder que la calmes acudiendo al frigorífico y dejar el mismo patas arriba.
Para controlar la misma, los astros te aconsejan tomar papel y lápiz, y enumerar las razones por la que te levantas a comer.
¿Cuántas veces la respuesta real es el hambre? Pocas o ninguna, ¿verdad? Y es que a veces un simple gesto como abrir la puerta de la calle a alguien que entra es excusa suficiente para picotear.
Aprovecha y escribe igualmente qué crees que puede sucederte si sigues en ese ritmo, qué problemas y enfermedades podrías contraer.
Al ver todo así redactado, seguro que te lo piensas un poco antes de volver a comer sin medida.